El sobrecalentamiento es una de las causas más comunes de los incendios de transformadores de potencia, y a menudo se produce como resultado de un fallo de aislamiento o de sistemas de refrigeración inadecuados. Cuando los transformadores se llevan más allá de sus límites, el aumento de temperatura resultante puede hacer que los componentes funcionen mal, provocando fallos catastróficos que pueden dar lugar a incendios.
Los cortocircuitos son otra causa frecuente de incendios en transformadores de potencia, ya que se permite que la corriente eléctrica fluya sin control a través de los componentes del transformador. Esto puede provocar un aumento de la temperatura y una acumulación de calor, que en última instancia puede provocar la ignición de materiales combustibles cercanos y el inicio de un incendio.
Las fugas de aceite son la tercera causa principal de incendios en transformadores de potencia, ya que las propiedades inflamables del aceite del transformador pueden crear un grave peligro de incendio si se produce una fuga o un derrame del transformador. Si el aceite entra en contacto con una fuente de calor o una llama, puede inflamarse fácilmente y provocar un incendio potencialmente catastrófico.
Los relámpagos son una causa menos común pero importante de incendios en transformadores de potencia, ya que las enormes corrientes eléctricas generadas por los relámpagos pueden causar graves daños a los transformadores y otros equipos eléctricos. Las sobretensiones eléctricas y el calor resultantes pueden provocar fallos en el aislamiento o daños en los componentes, lo que en última instancia puede provocar un incendio en el transformador.